Capítulo 02 - Depende.

Koi se veía realmente preocupado. Siempre supo que cambiarse de bando traería sus riesgos, pero una cosa es llamar al león (o al Leo en este caso) y otra muy distinta es verlo venir.

Repasaba la historia una y otra vez en su mente. Esa noche en la que, en uno de sus paseos nocturnos buscando aventuras, se cruzó al barrio furro. Caminaba mirando alrededor como si fuese un turista. Todo era muy distinto de ese lado. No había paredes escrachadas, ni botellas en las esquinas. El aire no transportaba sonidos de cumbia de acá para allá. Todo se sentía más cálido. Más suave. Más... peludo. Y extrañamente se sintió un poco en casa.

Hasta que en un momento, distraído mirando las coloridas arquitecturas furras, se chocó con una pared. Esa pared era un dragón rojo de dos metros. Y como si le faltase todavía un poco más de solidez a la estructura física, tenía un brazo metálico.

Koi —aunque en ese momento todavía era Niko— dio un paso atrás. El dragón, uno adelante. Sin perder un segundo lo tomó de la camiseta y lo levantó en el aire como si no tuviese cuerpo. Se podía leer en sus ojos negros que estaba decidiendo entre dos opciones: azotarlo con la mano libre o masticarle la cabeza.

Koi cerró los ojos esperando lo peor.

Y entonces escuchó: —Dejalo.

La simple voz de esa furra logró que el dragón, luego de suspirar decepcionado, dejara a Koi en el piso —por si se lo preguntan, había elegido la opción de la masticación—.

—Como te habrás dado cuenta, a Baal no le gustan las visitas.

Recuperándose del preinfarto, Koi levantó la mirada y vio por primera vez a Fiona.

—¿Y a vos? ¿Te gustan? —le preguntó.

—Depende.

El presente se diferencia bastante de ese primer encuentro. Koi está por enfrentarse a una fuerza poderosa, aunque ahora no está solo. Sabe que los turros van a atacar, los conoce demasiado bien. Pero ahora el Barrio Furro es su barrio. Y está listo para pelear por él. Y por ella.

—¿Pensás que tenemos chances? —le pregunta a Fiona.

—Depende.

Del otro lado de la Avenida, Leo y el Chino están en el taller de Eve.CR.

—Necesitamos entrar y salir rápido. Yo solo quiero agarrar la camiseta de mi viejo y volver.

Eve los miró a los dos con cara de culo.

—Y yo qué tengo que ver.

Chino se adelantó a responder, porque sabía que Leo estaba por perder la paciencia.

—Vos nada. Pero necesitamos a La Maleducada. Y sos la única que nos puede llevar a ella.

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Déjennos sus teorías, opiniones y predicciones en los comentarios:

1. ¿Qué creen que es La Maleducada? ¿Un arma, un vehículo o algo completamente diferente?

2. ¿Creen que Koi podrá mantener su lealtad al Barrio Furro cuando se enfrente a sus antiguos amigos?

3. Si fueras Baal y un turro se cruza a tu barrio, ¿qué harías: azotarlo o masticarle la cabeza?

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